ASUACAP: El Corazón del Agua en El Puente

¿Quiénes somos en realidad, más allá de un nombre? Pues bien, la historia de ASUACAP, nuestra Asociación de Usuarios de Acueducto y Alcantarillado del Caserío El Puente, comenzó a latir hace ya unos cuantos años, allá por el 14 de abril de 1993. Éramos vecinos con una idea clara y poderosa: unir fuerzas para proteger el tesoro natural que nos rodea y, juntos, buscar ese empujón necesario de las instituciones para que los recursos llegaran donde más se necesitaban, de la mejor manera posible.

Nuestro Hogar: Nuestra casa, el lugar donde late este proyecto, es el querido Caserío El Puente, un rincón especial que pertenece a la tierra fértil de Villeta, Cundinamarca. Si alguna vez te has preguntado dónde exactamente ponemos nuestro corazón a trabajar, te invitamos a echar un vistazo al mapa que encontrarás en la sección de POBLACIÓN. Ahí podrás ver el territorio al que servimos con tanto cariño.

¿Qué hacemos, en esencia? Imagina a ASUACAP como el motor silencioso pero vital que impulsa la vida en El Puente y sus alrededores. Somos quienes nos aseguramos de que cada hogar tenga ese hilo de plata indispensable para la vida: agua potable para beber, para cocinar, para todo. Y también nos ocupamos de que las aguas servidas sigan un camino seguro, lejos de nuestros hogares y hacia donde la normativa lo indica. En pocas palabras, tomamos el agua que nos regala la naturaleza, la mimamos para que esté pura y cristalina, y la llevamos hasta la puerta de tu casa.

Nuestro día a día se desarrolla en esta zona rural de Villeta, donde la mayoría de las casas comparten una esencia humilde y trabajadora (estratos 1 y 2). Con orgullo, brindamos nuestro servicio a unas 1,081 almas, lo que se traduce en alrededor de 254 familias que confían en nosotros, amparadas bajo ese acuerdo que llamamos contrato de condiciones uniformes.

El Viaje del Agua: De la Quebrada a tu Hogar: Todo comienza con un regalo precioso, un obsequio de nuestra tierra: el agua viva de la Quebrada Santibañez. Para que esa agua se convierta en la fuente segura que llega a tu mesa, en ASUACAP seguimos un ritual cuidadoso, una serie de pasos que son como el latido de nuestro trabajo:

En las imponentes montañas, el agua comienza su travesía en una bocatoma artesanal, la cual representa una vulnerabilidad crítica en el suministro de agua. Esta estructura, compuesta simplemente por dos lonas que retienen y dirigen el flujo de agua hacia la red, carece de la solidez necesaria para resistir los embates de la naturaleza. Las lluvias torrenciales arrastran consigo una variedad de obstáculos, desde hojas y palos hasta rocas y sedimentos, amenazando con obstruir la entrada y cortar el vital flujo de agua.

Esta frágil estructura está expuesta a la intemperie, lo que la hace susceptible a posibles ruptura  o desplazamiento debido a deslizamientos de tierra o a la violencia de las corrientes, ya sea por un súbito aumento del caudal o por una disminución inesperada del mismo. La bocatoma, gracias a su precaria composición de dos lonas y unas simples piedras, necesita ser protegida con esfuerzo y dedicación mañana tras mañana para asegurar un suministro seguro y continuo de agua al centro poblado el puente  que dependen de ella.

Desde este punto vulnerable, una manguera de aducción, serpentea ladera abajo, conectando la bocatoma con el siguiente eslabón: el tanque desarenador. 

nuestro fontanero, un héroe que cada día se enfrenta a la difícil travesía hasta este punto crítico. Su camino, empinado y resbaladizo, lo expone a peligros reales: terrenos inestables, la amenaza de derrumbes, la inclemencia del clima. Su misión: asegurar que la captación funcione sin interrupciones.

Cualquier fluctuación en el caudal, cualquier acumulación de hojas o el simple arrastre de sedimentos pueden comprometer la bocatoma. Es la pericia y la valentía de nuestro fontanero las que evitan que estos problemas se traduzcan en la interrupción del suministro para tu hogar. Con herramientas sencillas y una determinación inquebrantable, limpia, ajusta y repara, garantizando que el agua continúe su viaje.

El tanque desarenador se presenta entonces como un respiro para el agua turbia. Aquí, la paciencia es clave mientras la arena y el lodo se asientan, aliviando la carga antes de que el agua siga su curso a través de la red de aducción hacia la PTAP (Planta de Tratamiento de Agua Potable). Pero incluso este proceso depende de la llegada constante de agua desde la bocatoma, un flujo que solo se asegura gracias al esfuerzo diario en la montaña.

Finalmente, el agua llega a la torre de aireación en la planta, . Pero detrás de cada gota que llega a este punto, hay una historia de lucha constante en la montaña, el sacrificio silencioso de nuestro fontanero para proteger la fuente de vida.Un soplo de aire fresco para el agua: El agua viaja a través de una torre donde se mezcla con el aire, como si tomara una bocanada profunda para sentirse mejor. Juntando las pequeñas travesuras: Añadimos ese nombre un poco técnico, hipoclorito de aluminio líquido, pero su magia está en hacer que esas partículas diminutas se abracen y formen grupos más grandes, más fáciles de atrapar. La calma antes de la pureza: El agua se aquieta, se toma su tiempo para que esos grupos de impurezas se hundan, dejando la superficie más limpia. Filtrando hasta el último detalle: Luego, el agua pasa por un material especial, una especie de red invisible que atrapa cualquier partícula pequeña que aún quede danzando por ahí. El toque final, la desinfección: Al final de este viaje, añadimos una protección extra, algo para asegurarnos de que ningún bichito malo pueda colarse y perturbar la pureza del agua.

Así es como en ASUACAP tejemos este proceso día tras día, con la dedicación de llevar agua limpia y segura a cada rincón de El Puente. Somos más que una asociación; somos una comunidad unida por el agua, por ese líquido vital que nos conecta a todos

En ASUACAP, nuestra gestión se rige por un compromiso inquebrantable con las normas colombianas que velan por la seguridad y calidad de los servicios públicos. Desde la Constitución Política hasta los decretos más recientes, cada acción está diseñada para prevenir riesgos y responder con eficacia ante emergencias.  

Colombia, a través de leyes como la 523 de 2012 y decretos como el 3102 de 1997, nos insta a mantener Planes de Contingencia actualizados, asegurando que, incluso en situaciones de desastre, el agua siga llegando a cada hogar del Caserío El Puente. Trabajamos en coordinación con el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, integrando análisis de vulnerabilidad y protocolos de emergencia avalados por resoluciones como la 0154 de 2014 y la 0527 de 2018.  

Además, cumplimos con estándares técnicos rigurosos (Resolución 0330 de 2017) para proteger la infraestructura y garantizar agua apta para el consumo humano, en línea con el Decreto 1575 de 2007. Estas normas no solo son un mandato legal, sino un reflejo de nuestra promesa a la comunidad: servir con responsabilidad, anticipación y solidaridad ante cualquier desafío.  

ASUACAP: Cumpliendo la ley, protegiendo tu bienestar.